jueves, 31 de julio de 2008

A trip to the sun...


En medio de un cruce de caminos en un tiempo de tempestad de cambios, una pequeña senda conocida de tantas veces, se muestra delante de mí pero su acceso permanece oculto, esquivo.
Alguien coge mi mano, no tengo que mirar quien es, lo sé. Esa mano me lleva a la senda, me acompaña a través de ella y siento como poco a poco las encrucijadas se transforman en caminos arbolados, las tempestades en calma y silencio.
Vengo de un par de días que me han sabido como una vida entera, esa foto corresponde a esos días. Me lo he pasado realmente bien y me han ayudado mucho, en unos días en los que estoy inmerso en un tiempo de cambios, después de 3 años y 3 mesecitos mi galeón deja el puerto de Siemens para embarcarse en nuevas aguas. Y quería escribir este post para darle las gracias a la persona que me ha ayudado en esta nueva travesía, que conduce el timón con firmeza.
Gracias Sara...

sábado, 19 de julio de 2008

Y el pasado se disfrazó de futuro

Ayer vi como el pasado se disfrazaba de futuro, tal vez de futuro incierto pero futuro al fin y al cabo.
Ayer vi bosques naranjas, ayer pude ver el silencio, ayer pude ver la muerte pasearse invisible, indiferente, indiscriminada, altiva riéndose de aquellos jóvenes ignorantes y engañados que pretendían vencer a su jinete más feroz con un simple mandil de plomo...



Todo esto es lo que vi ayer en un simple documental, un recuerdo de una tragedia silenciada, que se intenta ocultar como se esconde la suciedad debajo de una alfombra: Chernóbil.
1986 un fallo en la central eléctrica nuclear memorial V.I. Lenin y el desastre, hasta ayer eso es prácticamente todo lo que conocía de Chernóbil.
Yo no os voy a contar la historia y todo lo que sucedió allí, si os recomiendo que veáis el documental porque me parece una de las páginas más trágicas y a la vez más desconocidas de nuestra historia (el documental tenía el acertado nombre del Día del fin del mundo) que todos deberíamos conocer bien.
No, no os quiero hablar de todo lo que pasó, por eso mismo porque pasó, yo quiero hablar del pasará...
Mientras veía el documental una certeza terrible fue creciendo poco a poco, no no estaba viendo imágenes del años 86 ni del año 2000, no, estaba viendo imágenes del año 2200 o del año 2500 o quien sabe si del 2008. Esa solitaria, abandonada, silenciosa y gris ciudad no era Chernóbil, acaso pudiera ser Madrid, Santiago, París...
La imagen de esa ciudad puede ser el reflejo de lo que nos puede deparar nuestro futuro. Jugamos a ser dioses que controlamos algo que es incontrolable, sólo para obtener beneficio sacar provecho de ello sentirnos realizados y felices, seguros. ¿Por qué después de Chernóbil seguimos jugando con la energía nuclear? ¿la necesitamos? ¿acaso no hay otro camino? supongo que es lo de siempre habrá otro camino pero para cambiar de senda hay que despejar, hay que realizar mucho esfuerzo y eso no va con nosotros.

Ayer vi como utilizamos un jinete del apocalipsis para que tire de nuestras carretas, ayer vi como convivimos con un enemigo disfrazándolo de amigo, ayer vi esa foto, esa foto que no es más que el aviso que nos da el futuro que decidió disfrazarse de pasado...