lunes, 22 de septiembre de 2008

El gigante Thei-Lu


Se cuenta que hace mucho, muchísimo tiempo, el Señor del Cielo ofreció al día el don maravilloso del sol.
"- Te concedo la bendición de la luz alegre. Con ella colmarás de esperanza el corazón de los hombres"
Día quedó maravillada con su regalo, los hombres la adorarían, cantarían y escribirían en su honor, nunca sería olvidada.
En cambio su hermana Noche quedó humillada, rota por el dolor en su triste mundo de tinieblas, envidiando la radiante luminosidad de su hermana Dia.
Se cuenta también que el gigante Thei-Lu, secretamente enamorado de Noche quiso consolarla, pues no soportaba que Noche sufriera.
Por ello, y en contra de la voluntad del Señor del Cielo y sin ningún miedo al castigo que recibiría por ello, se dirigió hacia el propio sol con el objetivo de robar, cuando menos, una porción de esa luz y regalarsela a su amada y que esta volviera a sonreír. Cuando Thei-Lu llegó al mismo corazón del sol con una de sus gigantes manos arrancó una porción de este y la guardó en un saco tejido con nubes que había preparado para ello. Desgaciadamente la luz del sol era demasiado incluso para el gigate Thei-Lu y si bien consiguió lo que se proponía en un principio su mano quedó abrasada por la luz ardiente del sol. Y Thei-Lu huyó hacia el reino de su amada.

Enterado el señor del Cielo de la traición de Thei-Lu mandó a su jauria de perros guardianes, comandada por el terrible Pao, tras él.
Cuando Thei-Lu llegaba al reino de la oscuridad se dió cuenta de que le seguían y corrió todo lo que pudo para tener la oportunidad de darle el regalo a su amada, pero Thei-Lu nunca fue un gran tejedor y el saco de nubes se empezó a deshacer poco a poco, haciendo que el saco tuviera más agujeros y roturas que un viejo colador, dejando escapar pequeños pedacitos de la materia luminosa que caía en los campos de la Noche, formando trizas de fuego, cual florecillas incandescentes.
Thei-Lu siguió corriendo sin darse cuenta, cuando fué alcanzado por Pao, que se lanzó a las piernas de Thei-Lu provocando que se le cayera el saco de nube dentro del barreño que Pan-Me la dama de la Inmesidad utilizaba para bañarse cada día, provocando que la última porción de sol quedara desleída, perdiendo su intenso resplandor convirtiéndose en una forma redonda de discreta luminosidad.
Pao era cruel y no dudo en acabar con la vida de un Thei-Lu que, inválido por la quemadura de su mano, nada pudo hacer por defenderse.

Cuando la dama noche se enteró de la muerte de Thei-Lu corrió hacia el lugar donde yacía el cadaver del bondadoso gigante. Desesperada la dama Noche se arrojo a los pies de Thei-Lu y comenzó a llorar mezclandose sus lágrimas con la sangre del gigante.
Mientra lloraba algo llamó la atención de la Dama, sobre sus campos pequeñas flores de resplandor brillante regalaban un poco de luz a su sombrío mundo a la par que calentaban un poco su corazón y tambien se fijó la dama en un débil resplandor que salía del barreño de la Dama inmensidad, al contemplar lo que allí dentro había y ver la mano quemada del gigante comprendió lo que había pasado. Noche decidió que esa forma redonda la acompañaría para siempre allá donde fuera, no se separaría nunca de ella, y la llamo Lu-Ná en honor a su gigante. Cuando Noche sacó a Lu-Ná del barreño sus cálidos y débiles rayos de luz plateada alcanzaron la sangre y las lágrimas brotando de ellas unas pequeñas flores, que ahora conocemos como Bella de noche, que desde entonces sólo florecen cuando la dama Noche preside el cielo.
Conmovido por la valentía y el amor que empujo al gigante y arrepentido por sus actos el Señor del cielo tomó el corazón del gigante y mezclándolo con barro formo una criatura que desde aquel día se pasea por los bosques hablando a su Dama con aullidos melancólicos.

Se dice que Noche aún hoy recuerda a su gigante, y cuando lo hace abraza su recuerdo quedando la luna parcialmente tapada con su manto...



Hace tiempo leí una breve leyenda tradicional, apenas una hoja en un libro si bien la historia me quedó grabada, y decidí escribir un pequeño relato con ella he de decir que la leyenda no es exactamente así me he permitido muchas licencias como la muerte del gigante y unas cuantas cosas más. Os animo a que leais también la leyenda original.

1 comentario:

Pirpirina dijo...

¡Hola!

Me llamo Pirpirina, pero me puedes llamar... pirpirina está bien :P

He estado leyendo tu blog, muy por encima, y la verdad es que escribes genial. Esta historia me ha gustado mucho, ¿es todo invención tuya o te has basado en alguna leyenda real?

Sigue escribiendo que aquí tienes a una nueva lectora.