lunes, 29 de junio de 2009

Han pasado dos años desde que inicié esta andadura con mi mochila al hombro metiendo de vez en cuando en ella aquello que quería que me acompañara en mi viaje, pero hoy cansado y fatigado me he parado a descansar y al abrir la mochila la he encontrado vacía, vacía de todo aquello con la que la llené cuando inicié mi marcha.
No me dí cuenta que tenía un pequeño agujero por donde poco a poco se han ido escapando lo que me ayudaba a continuar el viaje.
No quiero seguir andando, no sin todas esas cosas. No puedo arreglar mi mochila porque no encuentro ahora mismo aguja e hilo con los que remendarla y aunque la remendara seguiría vacía.
Supongo que todo tiene un principio y un fin, creo que no volveré por aquí eso sólo el tiempo lo dirá y ojalá esta no fuera mi última entrada, ojalá…
Gracias a todos aquellos que me leísteis alguna vez, muchas gracias.

Lo siento Gobo, Tio Matt ha muerto…

2 comentarios:

Faty dijo...

:-(

Lamento oir esto, aunque lo entiendo.

No obstante, seguiré atenta a cuantas palabras quieras regalarnos.

La mochila no está vacía del todo, yo me quedé bien aferrada a algunos de esos hilos que rodean ese agujero que dices, pese a que el vacío empuje a sumarse a él, y escondida por temor a desaparecer.

:-)

Kina dijo...

Gobo, vuelve.