martes, 13 de octubre de 2009

Vagabundo


Llevaba ya un par de días sin comer, normalmente subsistía a base de las sobras de aquel restaurante de la esquina, revolviendo entre la basura, algo que, al parecer, al dueño no le hizo mucha gracia pues decidió guardar los cubos en un cuarto para que no pudiera cenar una noche más.
Así que prosiguió su viaje, había perdido la cuenta del tiempo que había pasado desde que fue obligado a dejar su hogar, aún no entendía muy bien por qué pero sentía que ya nunca mas podría volver a llamarlo así.
Mucho había cambiado desde entonces, ¿mucho? no, tal vez no era mucho, era todo, su carácter por lo normal jovial y divertido se había tornado gris y malhumorado y la compañia de la gente antes tan gratificante se había convertido en molesta a medida que esa gente le trataba con desprecio acorde a su situación.

Hoy dormiría en un parque, ayer en un antiguo invernadero, ¿mañana? quien sabe, en lo único que podía pensar era en el hambre, nunca había tenido tanta hambre en su vida. Le costó conciliar el sueño pero finalmente se quedó dormido. Amaneció y decidió continuar su camino, era lo único que podía hacer. Tal vez hoy tendría suerte y alguien se compadeceria de él y compartiera un poco de su comida.

Sentía que las fuerzas le fallaban al tiempo que la única idea de la comida ocupaba sus pensamientos, entonces lo vió... una pequeña jaula servía de dormitorio para unos cuantos pollos, distraido en su labor de picotear repetidamente el suelo a saber por qué motivo. No pensó, solo actuó, en ningún momento pasó por su cabeza el pensamiento de que nunca había matado a un ser vivo, el instinto de supervivencia fué mas fuerte en ese momento, hoy podría cenar.
Se levantó de mejor humor, no recordaba lo que había tenido que hacer para poder subsistir.
De repente una explosión, dolor y la nada, oscuridad...

"Central, central lo hemos abatido, el objetivo está muerto, repetimo el objetivo está muerto"





Matar a una persona por matar a unos pollos para poder subsistir, que barbarie, ¿verdad?, algo imposible y sin embargo sucedió, cambien la palabra persona por perro y vuelvan a leer el relato...

1 comentario:

Kina dijo...

Me gusta la idea, eso de sustituir un "acto demencial" cometido por un hombre en el caso de ser cometido por un perro...

aDEmás dejas todo en el aire. No se sabe si la historia real es la del hombre o la del perro.

En todo caso, un final triste, muy triste.

Me alegro que vuelvas a escribir gobigobo.