viernes, 16 de noviembre de 2007
¿Medio lleno o medio vacío?
"Llega la hora de cenar, te sientas tranquilamente y pones la televisión para acompañarte mientras apuras tu plato de rica comida precalentada en microondas. Ha sido un día duro la previsión del mes no va como te gustaría, o más bien como le gustaría a tu jefe y es por ello que te han suspendido tu permiso de vacaciones y otro fin de semana más te tocará trabajar.
Y en ese momento te estremeces, un escalofrío recorre tu cuerpo, el culpable un grito desgarrador que proviene de la televisión, levantas la vista de tu plato y observas la televisión horrorizado. En ella se ve a un grupo de policías disparando con una pistola de descargas electricas a un turista polaco, cuyo único delito fue no saber inglés y tener un arranque de furia.
Los gritos de esa pobre persona sacudida por una corriente de 5000 voltios son desgarradores. Apagas la televisión y sales al jardín y cavas hasta hacer un hoyo profundo lo suficientemente profundo para depositar a tu difunta televisión y cubrirla con hormigón, enterrarla como se hace con los residuos nucleares, tóxicos, porque te das cuenta que la televisión puede ser igual de venenosa."
Este pequeño relato no es sino una pequeña dramatización de lo que llevo sintiendo viendo las noticias últimamente, todo son malos tratos, violencia y guerras.
Y lo peor de todo es que las televisiones ya no se cortan. No saben donde está la frontera entre la noticia y el morbo. Otro día asistí alucinado al levantamiento de un cadáver en directo, el cadáver había aparecido flotando en el mar y la guardia civil se dispuso a recuperarlo ante el impasible ojo de una cámara que fríamente hacia zoom para no perder detalle, todo acompañado de los comentarios mas fríos e inhumanos que recuerdo haber oído, no dejaba de pensar en los hijos de esa persona asistiendo en directo al levantamiento del cadáver de su madre, quien sabe si sin siquiera saber que su madre había aparecido muerta, apagué la televisión invadido por el asco, la indignación y la incomprensión...
La fotografía que acompaña es un periódico, pero como véis es un no-periódico, un periódico incompleto, os preguntaréis que le falta a ese periódico, tristemente lo que le falta a ese periódico son las noticias negativas y digo tristemente porque como veréis que lo único que le queda a ese periódico son las noticias y poquito más. Estoy de acuerdo que hay noticias que tienen que salir pero ante una noticia "buena" y una mala noticia o de morbo siempre tendrá, por desgracia, preferencia la segunda.
Hay tantísimas buenas noticias que por desgracia pasan desapercibidas por este sistema de medios de comunicación que tenemos que sufrir.
Si algún día os sentís felices y queréis deprimiros nada más sencillo que abrir un periódico...
La vida real, por suerte, no tiene tantos huecos vacíos.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
3 comentarios:
Que razón tienes bicho...la vida es dura, pero no tanto como nos la pintan, ni todo es tan negro ni tan violento... Siempre ha habido violencia, casos de malos tratos a las mujeres y asesinatos. Que muera un hombre asesinado a la puerta de una discoteca en un país con 45 millones de habitantes es normal, aunk suene chungo. Pero siempre ha pasado. Así que no entiendo xk los medios de comunicación hacen eso. Supongo k xk lo k más vende es el morbo... k triste esta sociedad...
Escribes realmente bien, yo no sabría decirlo con mejores palabras ni de forma más clara. Tienes mucha razón, pero yo procuro ver siempre el vaso medio lleno, y no ver mucho el telediario, que solo cuentan desgracias.
Un caluroso abrazo :)
Hola,
ciertamente tienes bastante razón, no hay fronteras entre el bien y el mal; entre lo privado y lo público; entre el informar y el vender.
No obstante, hay que decir también que realmente existen personas que sí viven de este tipo de noticias, tanto las cadenas o programas que lo realizan, como de la gran cantidad de personas a las que les gusta enterarse y entrar en polémicas y cuanto más sucio sean los trapos de alguien (personaje público o anónimo) mejor...
Realmente da asco y es incomprensible cómo la sociedad ha podido llegar a admitir este tipo de situaciones sin ni siquiera parpadear ni sentir ni padecer por el sufrimiento de otras personas.
Hemos hecho de la violencia algo tan nuestro, tan innato que hemos olvidado cuáles son las características que nos diferencian (o deberían diferenciar) de los animales.
Mucha otra gente podrá decir que son problemas que siempre han existido pero por decoro, censura o por lo que sea no se daba a conocer en los medios y que es bueno que ahora la gente sepa..., pero..., ¿saber qué?
Creo que hay cuestiones y cuestiones..., es importante saber por ejemplo que existen leyes contra la violencia de género, o que hay leyes contra los maltratadores de galgos, o que hay una guerra en tal o cual sitio, pero NO hace falta que veamos cómo en una riada una persona por perder ha perdido hasta su ropa en un arrastre de lodo y desorientado las cámaras lo agasajen para sacar una buena toma..., ¿de qué?, una imagen vale más que 1000 palabras, y una imagen también dice muchas palabras de quien las toma y/o emite.
¿Quién es dueño de la dignidad de otras personas? ¿Quién por contar una historia puede permitirse el lujo de mostrar imágenes que atentan contra la intimidad de las personas? ¿Quién vela por el sufrimiento de familiares y amigos que ven en esas imágenes tanto dolor?
Podría decir y decir miles de ejemplos y casos, aunque afortunadamente, al menos en mi caso, no dejan de impactarme estas noticias, no dejo de sufrirlas y siento que sigo siendo humana, y no me vuelvo con la frialdad que algunos tienen antes este tipo de mal llamada información.
Perdona si al final me he ido un poco por los Cerros de Úbeda pero es un tema que me indigna bastante, y se me vienen a la cabeza pasajes de la historia que he vivido en la que aún hoy cuando recuerdo determinadas imágenes o escucho determinados relatos me entran escalofríos por el cuerpo.
Por cierto, reitero lo que dicen sobre que escribes muy bien, con mucha sensibilidad y tacto.
Enhorabuena!!
Un abrazo.
Publicar un comentario