sábado, 16 de febrero de 2008

Cuando cazábamos dragones...



Me derrumbo en la silla después de otra maratoniana jornada de trabajo y cierro los ojos, y sin venir a cuento empiezo a recordar... una niebla me rodea y a mi lado se sitúan unos curiosos personajes un enano barbudo hacha en mano, un elfo de ropajes sucios blandiendo un arco y un excéntrico bardo con pinta de loco.

Son recuerdos de aquellos fines de semana con partidas interminables de tarde de sábado, de veranos infinitos andando a pata hasta casa de Alvaro o de Migues porque aún no teníamos coche ninguno, veranos en los que teníamos todo el día para jugar al mago y nuestra única preocupación era que íbamos a estudiar en unos años... Después cambiamos un poco, ya podíamos ir en coche a casa de Álvaro (el principio de nuestros michelines nuestro descenso hacia el estado de senectud física :) )ya no nos veíamos todos los días ni discutíamos en los descansos si un draco-liche era más poderoso que un nigromante o comentábamos la última putadita de la partida de Mago (pero no podíamos volar? pues va a ser que no...); cada uno estudiaba en un sitio pero había algo que no cambiaba nuestra reunión de los sábados por la tarde, alrededor de una fuente de patatas (y esa especie de concurso de a ver que bolsa duraba menos) y de litros y litros de coca-cola, teníamos ventitantos y cualquiera diría que eramos "raros" perder la noche de un sábado en tirar un dadito mientras te crees un guerrero con una espada persiguiendo humanoides y monstruos de todas clases... viéndolo así, sí, eramos raros, pero nos divertíamos. Es cierto que tuvimos nuestros altibajos nuestras pequeñas bajas. Pero al final todos acabamos reunidos en ese mítico salón de la casa de Alvaro, nuestro santuario (pobre salón lo que ha tenido que aguantar: redes, rol, botellones.. y un Roge gritando ¡a merendar! mientras una silla de madera emitía su ultimo grito crujiendo y quedando destrozada) Y de fondo nuestra gran obra esa partida que nos ha mantenido unidos, por desgracia a unos cuantos nada mas, durante todo este tiempo, una "simple" aventura de Dungeons, ¿recordais aquel una niebla os rodea estais en Ravenloft y os atacan?... mítico. Una simple aventura a la que yo personalmente debo muchas cosas, lo más importante haber conocido más a ciertas personas, hasta tal punto de poder llamarlas amigo. Después de todo esto vino una época rara, distinta, todos empezamos a trabajar, se empezó a dejar de lado nuestras megapartidas de sabado por la tarde unas veces Warhammer otras cine otras cena, Alvaro se alejo de nuestras garras y el mítico salón se quedo huérfano de nosotros. Pero aún así intentamos quedar no es como antes pero ahí estamos intentándolo, ahora nuestras partidas parecen mas reuniones sociales: " ¡joder tío cuanto tiempo! ¿qué es de tu vida?" y esas cosas... Al que haya llegado aquí sin dormirse mi enhorabuena! os preguntareís ¿a qué narices viene todo este rollo? pues como os decía no es mas que unos pensamientos que últimamente me vienen a la cabeza, el cambio, sí, porque todos cambiamos para bien o para mal...chicos han pasado ya cuantos años? 8,9? para algunos incluso 11 y siento nostalgia de aquellos días, días que ya no volverán. Miro con esperanza y alegría el futuro, sí, pero también con tristeza porque veo que llegara el día que no podamos reunirnos alrededor de una mesa llena de Coca Cola y patatas para tirar dados mientras gritamos MUERE PERRAAAA!!! y que por desgracia ese día esta cercano... Nuestro siguiente cambio será quien sabe uno se casará el otro se irá a trabajar fuera a Galicia, Barcelona... tendremos nuestras familias, pero tendremos ahí mismo guardadito en un cajón nuestro pequeño saquito de dados e incluso, jugaremos con ellos, simularemos un combate: el gran Horman contra un dragon blanco, observaremos nuestras vieja anotaciones en el diario o fichas de personas que hará años que no vemos... Pensareis que mensaje tan triste o que estoy en modo depre, para nada, no es mi intención, mi intención es que a partir de ahora veamos cada partida como la última que vayamos a jugar que llegara el día que echaremos de menos esas gracias alrededor de la mesa compartir esos momentos con nuestros amigos de casi toda la vida... Así que sigamos adelante camaradas el camino hasta la posada es largo.... QUE RUEDEN LOS DADOS UNA VEZ MAS!

Este mensaje lo escribí ya hace tiempo desde entonces pocas veces me he vuelto a colocar delante de una ficha dados en ristre, pero quería dejar constancia aquí de una época irrepetible que ahora siento muy lejana y que sirva de homenaje para todos vosotros amigos y nuestra locura común.
Gracias por tantas partidas, gracias por tantos años.

Ojalá algún día volvamos a cazar dragones...

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